domingo, 26 de diciembre de 2010

Pienso

Hoy una pareja de ucranianos se casa en Venecia, un niño nace en Nueva York y otro muere en El cairo. Yo, mientras tanto, tengo la suerte de preocuparme porque me quedaron grumos colorados en el pulgar. Mi mayor miedo es saber por qué Simón, el protagonista de El purgatorio de Tomás Eloy Martinez, recibió una bala entre los ojos. Todavía no lo descubrí, dicen que por subversivo, no lo creo. Qué buena ansiedad la que te provoca la eterna literatura. Única y reflexiva.
¡Qué calor! Voy a sumergir mi ombligo en la pileta. Ayer nadé cual señora mayor: el agua hasta el cuello, sin mojarme el pelo. Hoy eso no lo tolero. Y hablando de señora mayor, mi abuela me acaba de decir que hay una energía linda en el aire, mientras tanto lloraba al teléfono. Lágrimas de indecisión. ¿Será qué diciembre emociona más que otros meses? Ya que estoy pido un deseo para fin de año: no quiero llegar a la reunión familiar y que me pregunten si tengo novio.
Y a esta altura, la pareja de ucranianos ya dio el sí. Al costado de la foto estaba mi papá posando. No, no es el del bosque en la cara. Tampoco es invisible. Estaba a la izquierda, no se lo ve. Es que la intención no era exactamente congelar su rostro sino los cuerpos color sepia de este matrimonio europeo.

1 comentario:

  1. lindo post, como me tenés acostumbrada.
    q tengas un lindo año mujer!! acá, en ucrania, o donde gustes. :)
    yo tb pasé a saludar x mi blog, me encariñé demasiado con él.
    saludossss

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