lunes, 6 de diciembre de 2010

No sirvió de nada

Tantos años me la pasé jugando a la rayuela, llegando al cielo, descendiendo al infierno...¿Y para qué? Para que llegue el día en que se me rompa la sandalia en la calle, me ponga a saltar en una pata y a las tres baldosas me duelan los gemelos.

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