Voy a dejar de pedir deseos cada vez que pase debajo de un tren. Evidentemente TBA no tiene la fórmula mágica para cumplirlos.
Por más que le pedí a las vías y a los vagones aún no logré sacarme a ese príncipe falso de la cabeza. Apuesto a marzo, tal vez las velas de cumpleaños tengan una posión más poderosa.
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