Somos redes sociales, somos Facebook, somos Twitter, somos celulares con wifi, somos Linkedin, somos Hotmail. Muchas relaciones empiezan y terminan en el mismo punto: Internet. La historia es cíclica. Ellos, que tanto se buscaron, se histeriquearon, se besaron y se entregaron hasta ser uno, ya no son nada. ¡Somos nada!. Entonces, ella acude al más efectivo método de olvido. Decide borrarlo del Facebook, lo elimina del Msn y de sus contactos del celular. Lo aísla tecnológicamente y siente un alivio. A la larga logra su objetivo. Él no aparece más. Y todo, gracias a su muerte cibernética.
Es muy muy bueno este post. Más que una muerte cibernética, es un crimen cibernético. Pero en otro lado, él sigue viviendo.
ResponderEliminarGracias por leerme Alepro. Es cierto, yo lo ametrallé cibernéticamente. Es un crimen.
ResponderEliminarrealidad absoluta.
ResponderEliminarque bien explicado! no se puede creer, que triste que es el ser humano y con que poco se conforma..
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