Baco, Eros y Momo

Cambió el calendario. Lo empecé con una tirita menos del vestido. Se soltó. ¿Será una señal? Tal vez.
Y además de escribir sobre mi necesidad de ser más sensual, este primer post del 2011 trae buenas noticias. En marzo hay 4 feriados. ¡CUATRO feriados! Dos por carnaval, otro por el Día Nacional de la Memoria y uno puente, sin significado alguno, para que nos rasquemos un ratito más.
Y mientras leía sobre los feriados me preguntaba qué es el carnaval. Porque es mucho más que plumas y cuerpos vibrando al compás de la música. A mi me dicen la palabra carnaval e inmediatamente me imagino un corsódromo y una mujer muy sexy con una bombachita minúscula (todo esto filmado en contrapicado por lo que la cola de la mujer se te impregna en la frente).
¡Qué sería de mi sin mis interpretaciones! Sería un emo. Asique, como me divierto haciendo asociaciones sin sentido, he aquí mi conclusión del significado subliminal que tiene el carnaval. Por un lado en estas fiestas se despide a la carne antes de la llegada de la cuaresma. Por otro, se le hace honor a Eros, el dios del amor y el sexo y a Baco, el dios del vino. Todo este temita de mostrar la carne humana y las colas al viento es obra de Eros que permitió la fiesta religiosa contáminandola con su calentura y su pasión. Y lo de Baco, es sabido. Un poco de vino deshinibe durante la conquista.
Pero, hay una tercero en discordia. Momo, el dios de la burla. Se lo representaba con una máscara y era el rey de la sátira. Asique, tras despedirse de la carne el circuito era el siguiente: aparecía Baco para que los hombres tomen un poquito de alcohol, mientras que Momo los disfrazaba para que puedan ser otros y asi lograr el objetivo de Eros que era empapar a todos de deseo.
Ahora me doy cuenta que sacando lo de la cuaresma, el carnaval habita en el alma de cualquier hombre de boliche que te viene a chamuyar.