La cama grande es un antes y un después en la vida del soltero.
Es símbolo de esperanza. Esperanza de que algo/alguien va ocupar tu costado. Entre las opciones puede haber una pila de almohadones, un perro, dos perros, una muñeca inflable y tal vez, si tenés mucha suerte y calentura, una persona. Pero no dejes que cualquiera se meta en tu cama grande. Decile no a los intrusos de una noche que dejan su perfume impregando en tu acolchado y se evaporan como si nada hubiera sucedido en esa noche de cuasi pasión.
Te comprás una cama grande y dejás atrás la adolescencia. Ya no hay espacio en tu habitación para que hagas la vertical contra el placard, lo que antes iba al piso ahora va a la cama y te ahorrás tiempo de lavado y planchado de sábanas si decidís dormir una semana en cada lado.
¿Y por qué este post?. Resulta que se me hundió el colchón. Definitivamente es una señal del universo, una manera de decirme que es tiempo de cambios. ¿Será momento de pasar de mi cama de soltera a una cama de dos? Uh. Intenté evitarlo. Sí, llamé al colchonero, esa especie humana que creíamos en extinción, como los aguateros y las telenovelas de Thalia. Pero no pudo solucionarlo. Veremos...quizá acomode mi culito en el agujero o tal vez tengo que dejar de lanzarme a la cama como si fuera un rio de gomaespuma.
Y buscando camas en el ciberespacio, me choqué con el último modelo de cama-sandwich...tentador.
que originaaL.!!!
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