What the fuck have you done

Fue duro. Por un segundo tuve ganas de tirar el celular al cielo y darle a una paloma. Pero eran las 4.45 de la mañana. Lo que me lleva a preguntarme ¿Por qué no trasnochan las palomas?
La cosa es que en plena noche primaveral me sonó el celular y vi el mensaje de texto más pedorro, inmaduro, amargo, pálido y abrumador que una amante de las letras puede leer. Después de ver eso tuve miedo de que se me infecte la córnea.

Y decía: ¿SALISTES?

¿Qué carajo se le puede responder a un campesino que te manda un mensaje con esa S final?
Estuve a punto de decirle que se meta esa última letra bien profundo en el culito, pero me pareció que caer en su bolsa de pateticidad me iba a dejar mal parada.

De verdad, una de las cosas que más me molesta además del polvillo del mate, la memorización de definiciones para los parciales y claro está las palomas, es que la gente agregue S a los verbos. ¡Qué se hacen los coquetos! Sí, seré obsesiva, pero los mal hablados, los que le erran a la ortografía y los que no diferencian una V de una B, me descontrolan y me provocan ganas de pegarles en las rodillas con una escoba.
Al final, opté por guardar silencio. Aunque tendría que haberle puesto algo como: "Si, estoyS en TimorS Oriental viendo una peleaS de galloS en el barroS. No sabés lo que es, me comoS las uñaS. Si estás calienteS buscateS una PutaS".