Desde que descubrí estas páginas que te ofrecen cupones con unos descuentos demenciales me volví un tanto impulsiva. Un día apareció una oferta para hacer parapente con un 70% de descuento. No pude más que comprarla junto a mi cómplice en esta vida, mi prima Luli.
Ahora bien, yo me pregunto, ¿Por qué carajo no lo pensamos dos veces? ¿Acaso, alguna vez quisimos hacer parapente ? ¿O fue sólo por el hecho de conseguir semejante oferta tan barata? Me quedo con la última.
Lo peor, es que hoy salió un super descuento para una clase de escalada. Estuve un ratito meditándolo (Y Luli tmb). 18 pesos, para llegar a la cima. Y nuevamente me pregunto, ¿Realmente me interesa escalar? Uhh, esa cosita del vértigo me intriga. Pero NO. ¡Contención ! Este torbellino de ofertas me hace ser un poco más espontánea. O mejor dicho, pasional y amante de la adrenalina y los deportes extremos. Faaaaa, ni yo misma me la creo (?)
Y en letra chiquitita, bien chiquitita, como esas de los contratos que casi ni se leen, yo les pido: si alguien ve una super oferta por un paseo en globo, mándeme un mail. Mis impulsos y yo se lo vamos a agradecer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario