Vengo a contarles una historia de indignación. Pasa en las películas, pasa en la vida real.
Llega mi amiga a la cual voy a denominar... (Pensé en ponerle conchuda con suerte, pero me pareció largo y fuerte) asi que le voy a decir Animal Print. Bueno, llega Animal Print a casa y me cuenta que fue al médico. Resulta que le tocó el médico caño, el muy coqueto la invitó a salir, se re divirtieron, ahora se aman, emanan sudor, flores y mariposas.
Ya sé, no es LA historia. Pero...ACASO A VOS TE TOCÓ ALGUNA VEZ EL MÉDICO QUE ESTABA RE FUERTE Y TE INVITÓ A SALIR, ACCEDISTE, TE ENAMORASTE Y BLA BLA BLA.
A mi no. A Animal Print sí. La vida es muy injusta. Voy a enumerar los últimos médicos a los que fui:
1)Ginecóloga....minita, casada con hijos.
2)Dermatólogo...podría ser mi abuelo.
3)Endocrinóloga....podría ser la mujer de mi abuelo dermatólogo.
4)Fui a la guardia...me tocó una minita
5)Fui a otra guardia...minita de vuelta.
El rubro medicina no parece ser lo mio...(ni el de los contadores, diseñadores gráficos, ingenieros en todas sus ramas, aspirante a astronautas, alpinistas, economistas, arquitectos, dealers, peluqueros, contadores de huevo de gallina, cuidadores de islas ni testeador de preservativos.....)
Noooo, no tenía que volver acá un día antes de la entrega final.
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