jueves, 22 de diciembre de 2011

Revivió el sorete: versión 145

"Vos y yo tenemos algo pendiente", decía el mensaje de texto del MISMO SORETE CON PAN de siempre. ¿Pero qué busca? ¿Provocarme para que vaya a ponerle una bomba en su casa? ¿Que le meta un poquito de arsénico en el mate? ¿Que le regale una cajita de Antrax?
Realmente inentendible.
Sigo escribiendo de el porque en la vida conocí a un ser humano tan conchudo que me divierta tanto para boludear. ¿Bronca contenida? Un poco.
Atención, esto no es noticia. Lo fantástico bailable es estar con alguien que nos apasione, que nos conquiste, que se ria mucho, en exceso, que le divierta como sos, que nos diga un halago, que nos caliente, que se pueda hablar de todo, desde tu pasado frustrado como golfista hasta su obsesión por las paredes finitas. Lo lindo es verlo y que te mojes, que sonrias con la boca y hasta con los vasos sanguíneos. Que te busque timidamente, paso a pasito.
Eso necesitemos. ESO.
No un guaso mala onda cuyos mensajes empeoran con el tiempo:
-EL:-Vos y yo tenemos algo pendiente
-YO-¿Que cosa?
-El:-Algo con lo que vos y yo la podemos pasar muy bien.
-Yo:-Por eso nene, de que me hablas?
Acto seguido no respondió más. ¿En serio no le da verguenza? Al menos a mi me provoca nauseas.
¿Saben cuándo volvió de manera alevosa? Tìpico. Cuando le pedí que por favor no me mande más mensajes porque, según le dije, estoy saliendo con alguien. No importa si eso es verdad o no, el no lo sabe. Pensé que era la excusa liberadora. Hace exacto 6 meses que no lo veo, y por favor le pido al Papa Noel latinoamericano que le intercepte su celular, se lo tire al riachuelo y pierda mi número. Caso contrario, que uno de sus renos lo atropelle en plena avenida Santa Fé.

¿Cuál es la lección mujeres? No sé, la moraleja que saco de todo esto es que si nos inventamos maridos, novios, amantes, al mejor estilo árabe, algo asi como: -"Si, tengo 7 maridos", quizás atraigamos al que queremos. Hagan la prueba. Espero que el tiro no les salga por la culata como a mi. A este ser humano mejor perderlo que encontrarlo.

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