¡¡MENTIRAAAA!! A gritos pido que vuelva mi H. Sino, pasan guarangadas como estas...
-Ola.
-¿Eh?
-Ola.
-Ah sí, están bravas
-¿Qué hacés?
-Acá, ablando.
-¿Qué ablandás? ¿La masa?
-No, por teléfono.
Teatro del absurdo a su máxima potencia. Ridiculeces como esas pueden pasar sin la H. No menospreciemos su silencio, que bien contribuye a la armonía del lenguaje.
-Experimento: Si no recupero a mi H decapitada, puedo volver al español antiguo. Qué fermosa como fabla.
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